Síntomas y tratamiento del ojo seco

Síntomas y tratamiento del ojo seco

El  síndrome del ojo seco consiste en la falta crónica de lubricación y humectación sobre la superficie del ojo. Esta afección ocular suele conocerse comúnmente como ojo seco, a secas, sin embargo también puede llamarse:

  • Queratitis sicca. Para indicar la sequedad e inflamación de la córnea.
  • Queratoconjuntivitis sicca. Describe el ojo seco, que afecta a la córnea y a la conjuntiva.
  • Síndrome de disfunción lagrimal. Esta denominación enfatiza la inadecuada calidad de las lágrimas, que puede resultar igual de importante que la cantidad de ellas.

El ojo seco es una afección muy común, y es uno de los motivos más frecuentes de consulta oftalmológica.  Suele detectarse por medio de una  irritación ocular leve pero constante, que deja el ojo rojo con sensación de rasguño, o una inflamación significativa, e incluso la aparición de cicatrices en la superficie frontal del ojo.

¿Cuáles son los síntomas del ojo seco?

Los síntomas del ojo seco y el síndrome del ojo seco abarcan:

  • Picor en los ojos
  • Ojos rojos
  • Sensación de quemazón y dolor
  • Pesadez en los párpados
  • Ojos cansados
  • Sensación de sequedad ocular
  • Sensibilidad a la luz
  • Vista borrosa
  • Sensación de arenilla o de tener algo dentro del ojo.

Y, aunque parezca mentira, los ojos llorosos también pueden ser un síntoma del ojo seco. Esto es consecuencia de la sequedad de la superficie ocular, que a veces sobreestimula la producción de lagrima como mecanismo de protección. Sin embargo, al no permanecer el tiempo suficiente en el ojo no corrige el problema del ojo seco.

Causas del ojo seco

Para mantener los ojos saludables, con una buena visión y sin incomodidad, es esencial que tengan una capa lagrimal adecuada y uniforme.

Las lágrimas lavan la superficie del ojo, lo mantienen húmedo y eliminan el polvo y los microorganismos que podrían dañar la córnea y generar una infección ocular.

Esta película lagrimal, normalmente, está formada por tres componentes:

  1. Un lípido (componente oleoso), producido por las glándulas meibomianas de los párpados, que ayuda a evitar que la película lagrimal se evapore demasiado rápido y a aumentar la lubricación del ojo.
  2. Un componente acuoso producido por las glándulas lagrimales que se encuentran detrás del lado externo de los párpados superiores.
  3. Una  mucina: un componente mucoso, producido por las células caliciformes de la conjuntiva que cubre lo blanco del ojo, que ayuda a fijar y propagar las lágrimas a través de la superficie del ojo.

Cualquier problema con una de estas fuentes de puede provocar una inestabilidad lagrimal y, por tanto, ojos secos.

Existen diferentes categorías de ojo seco, según el componente que esté afectado, y conocerlo es fundamental para determinar el tratamiento.

¿Qué aumenta el riesgo de ojo seco?

Factores que aumentan el riesgo de ojos secos:

  • Uso de ordenador. Cuando usamos un ordenador, tablet o móvil, así como otros dispositivos digitales portátiles, tendemos a parpadear con menos frecuencia por lo que hay mayor evaporación lagrimal y un mayor riesgo de tener síntomas de ojo seco.
  • Usar lentes de contacto.
  • El envejecimiento. El síndrome de ojo seco puede darse a cualquier edad, pero suele ocurrir con más frecuencia después de los 50 años.
  • Menopausia. Las mujeres postmenopáusicas enfrentan mayor riesgo.
  • Ambientes interiores. El aire acondicionado, los ventiladores y la calefacción pueden disminuir la humedad del ambiente y acelerar la evaporación lagrimal, lo que produce síntomas de ojo seco.
  • Vuelos frecuentes. El aire de las cabinas de los aviones es sumamente seco y puede originar problemas de ojo seco, en especial en quienes vuelan con frecuencia.
  • Fumar. Además de provocar ojos secos, se relaciona con problemas oculares graves como las cataratas.
  • Problemas de salud. Determinadas enfermedades como diabetes, trastornos en la tiroides, lupus, artritis,… contribuyen a la aparición de esta afección.
  • Medicamentos. Algunos de ellos aumentan el riesgo de síntomas de ojo seco.
  • Problemas de párpados. El cierre incompleto de los párpados al dormir o parpadear, un trastorno llamado lagoftalmos, puede ocasionar ojo seco grave que, si no se trata, podría llevar a una úlcera corneal.

Tratamiento y prevención del ojo seco

Afortunadamente, existen opciones eficaces para tratar el ojo seco:

  • Uso regular de lágrimas artificiales.
  • Gotas para los ojos con esteroides.
  • Adoptar ciertos hábitos: descansar la vista cuando trabaja en el ordenador o se está continuamente expuesto a pantallas digitales, limpiar bien el ojo de maquillaje, parpadear muchas veces,etc.
  • Medicamentos oftálmicos recetados.
  • Lubricantes lagrimales.
  • Compresas calientes.
  • Tapones lagrimales.

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