El aceite de argán es uno de los aceites más conocidos hoy en día, ya que es de los más utilizados en cosmética, por sus propiedades regenerantes y nutritivas, y lo podemos encontrar en cremas, champús, gel de baño, etc.
Este aceite contiene un 80% de ácidos grasos esenciales, además de un alto contenido en vitamina E y A. Y procede del extracto del fruto del árbol de argán, conocido como “el árbol de la vida”, originario de Marruecos. Su fruto es de color verde (como una aceituna gigante) y contiene unas pequeñas semillas que se rompen para extraer un fino aceite dorado.
Propiedades
Tiene propiedades:
- Antioxidantes ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro
- Hidratantes permitiendo mantener la barrera natural de la piel
- Nutritivas
- Regenerantes ayudando a la piel a mejorar su cicatrización, renovación, …
También oxigena la piel y la hace más elástica, suave y luminosa.
¿Qué beneficios tiene para nuestro organismo?
Este aceite también nos aporta beneficios en la salud ya que:
- Reduce la tasa de colesterol, tomando dos cucharadas soperas diarias durante un mes
- previene enfermedades cardiovasculares.
- Da fuerza, por lo que es útil en niños o personas mayores convalencientes o débiles.
- Actúa como analgésico y antiinflamatorio de músculos y articulaciones.
- Facilita la digestión
- Previene la aparición de estrías, nutre el cabello y refuerza las uñas.
Como podéis comprobar podemos utilizarlo para todo, por eso lo llaman el árbol de la vida.
¿Lo puede usar todo el mundo?
El aceite de argán puro no posee ni conservantes ni colorantes y no obstruye los poros y por lo tanto, es recomendable para personas que tienen la piel grase o acné y para todo tipo de pieles.
Eso sí, te recomendamos utilizar el aceite de argán virgen, puro y natural 100%